dimarts, 26 de maig del 2009

Reflexions de un Xinoxano desprès de retirarse a Namibia








domingo 24 de mayo de 2009
NAMIBIA 2.009
Per Xesc Teres

Si tuviera de poner un titular a mi experiencia en esta carrera, creo que el mejor seria DEL PARAISO AL INFIERNO EN UN INSTANTE.Después de las tres primeras fantásticas etapas, donde todo fué rodado a excepción de unas pequeñas llagas en los pies, compartiendo con Xavi Marina todos los kms, disfrutando como nunca, sin casi ningún dolor, con el pulso dentro de lo previsto con Ricard Vila, súper conservador... llegó la 4ª etapa.Yo estaba súper ilusionado con afrontar los 100km ya que este año había planificado largas distancias como nunca, haciendo entrenos específicos en la playa y con mochilla... creía que esa sería mi prueba, soñaba que podría hacer un súper etapón y luchar por el Top 7... Que iluso! igual que los seguidores del Chelsea en el pasado partido contra el Barça que en el último minuto perdieron toda opción a estar en la final, a mi, me sucedió lo mismo.Ese día, a diferencia de los otros, la etapa no empezaba en el campamento sino que teníamos de hacer un transfer en autobús de unas 4 horas aproximadamente, por lo que nos despertamos sobre las 02:00 para salir a las 03:30 e iniciar la etapa a las 08:30, lo que implicó tomar el desayuno en el interior del bus.No sé que fué, si el desayuno, la calor, un corte de digestión, una pájara o que no fue mi día, pero en el km 5 ya le comenté a Xavi que tenía molestias en el estómago, pero al sentirme bien de piernas y no ver el pulso muy alterado (solo algo más pero pensé que era de la calor) decidí seguir al mismo ritmo hasta el primer check point, km 10. Sobre el km 14 la cosa empeoró y como si de un rayo se tratara, me empezaron unos fuertes cólicos y muchas ganas de vomitar, que lógicamente me hicieron bajar el ritmo. Estaba muy mareado, me dolía y me daba vueltas la cabeza y Xavi como un GRAN COMPAÑERO siguió a mi lado sacrificando su ritmo para estar conmigo. Sin embargo, yo tenía claro que no pintaba bien. Llegamos al check point 2, km 20, y el Doctor me da unas pastillas para el estómago y algo para la cabeza, Xavi sigue conmigo hasta casi el km 26 y a más que le insisto no quiere irse. Al final casi tengo de obligarle para que tire y realice su carrera, ya que podía hacer una gran etapa. -Xavi eres increíble, eres todo un ejemplo al compañerismo y a la no competitividad ERES PURO Y AUTENTICO-.En el Km. 33 empieza mi calvario... empiezo a vomitar varias veces, la cabeza me da vueltas, voy borracho, me tropiezo y me caigo varias veces. No sé ni como, pero llego hasta el km 70 y al verme la Dra. Meg (que curiosamente también será la Dra. de la Badwater) no me deja continuar, sinceramente no le cuesta mucho trabajo convencerme, me pone suero, me da más pastillas ya que tengo la temperatura a 38,9º y me quedo durmiendo en el check point 7. Ni me entero, pero cuando me despierto han pasado 6 horas y me siento vació, con el estómago dolorido y los pies destrozados de llagas. Me siento desorientado, me pregunto que he venido a hacer aquí, me pregunto mil veces si vale la pena. Lloro como un niño, me siento como un monstruo, he dejado a mi padre en el hospital, a mi mujer e hijos solos en casa con miedo, después del robo del día antes de irme... me siento fatal.Al poco llega el gran Andrés que también si había quedado a dormir en un check point anterior y me invita a seguir con él y a quitar hierro al asunto, pero ni le escucho, creo que lo mejor es no volver a correr nunca más.A última hora del jueves llego al campamento y voy directo a nuestra querida tienda nº 13 donde están todos los fantásticos compañeros que hemos compartido esos días, ahí esta Salvador el gran campeón de la carrera y aún mucho más a nivel personal , Isidoro que transmite fuerza, valor y honor por todos los poros de su piel, el encantador Fernando, el león de Andrés, Kelly que aún que no hablaba nada de español, demostró con hechos que es dura y fantástica, la preciosa mejicana de Norma, Pep compañero de otras carreras conmigo, la gran Ana que nos ayudó a todos con su gran supermercado que llevaba a las espaldas y como no el GRAN XAVI. Todos me dan ánimos y me intentan ayudar, pero mi cabeza no está en Namibia... está con mis seres queridos... quiero irme.Lucho para que la organización me ayude a regresar alegando que mi padre está ingresado en el hospital (cosa cierta, aún que sabia que estaba fuera de todo peligro) pero se pasan la pelota de uno a otro, hasta que gracias a Pancho y Rob, dos corredores también retirados, me ayudan a poder regresar a casa.Así que ahora desde casa me repito la estrofa de la canción, que con Xavi cada check point y cada momento difícil repetiamos cantando a toda voz... DON´T WORRY BE HAPPY.

Por último y lo más importante mil felicidades a todos mis compañeros de tienda por ser finishers.